Publicado el 14-02-2024 en UCC
Enamorados en la Católica
Dicen que probablemente se cruzaron muchas veces en la vida, pero finalmente la UCC los unió o al menos aquí se conocieron.
Él faltó a una clase y fue a pedir los apuntes, ella se los compartió y recibió chocolates de regalo por la atención. Ahí empezó todo.
Paula (P) es médica, especialista Patología y Medicina Legal. Nació en la localidad de General Acha, ubicada en La Pampa. Actualmente se desempeña como perito oficial del Poder Judicial y su lugar de trabajo es en la Morgue. Además, es profesora en la UNC y en la Católica.
Germán (G) es cordobés, Licenciado en Tecnología de los Alimentos, tiene una consultora que se llama Food Solution que asesora a diferentes marcas y también es docente de nuestra Casa de Estudios. Ambos decidieron cursar el Profesorado Universitario y coincidieron en la cohorte 2021.
En esta nota, nos cuentan algo de esa historia
G- Empezamos a cursar en plena pandemia los sábados desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde y a mí me llamó la atención que ella iba cambiando de escenarios a medida que transcurrían las horas. Las primeras en un sillón, después en la mesa o en un escritorio. Yo en cambio un desastre, caí como paracaídas en la primera clase porque entré una hora tarde y justo estaban haciendo un ejercicio.
P-Yo estaba cursando con mi hermana que también es egresada de acá y docente y la convencí para que hiciéramos la carrera juntas. A Germán lo vimos medio desorientado así que lo sumamos al grupo, –comenta entre risas– hicimos una buena junta porque nos fue muy bien en toda la carrera. Pero hasta ahí todo era de manera virtual, después él se presentó en mi casa, porque vivíamos cerca, me pidió unos apuntes y me trajo chocolates y así empezó todo.
¿Qué es lo más valioso que se llevan de la UCC?
P- Muchas cosas, me llevo: vocación, profesión y esta familia hermosa que no buscaba, pero me llegó. Empecé la carrera con la idea de profesionalizarme, pero nunca me imaginé conocer a alguien y menos de manera virtual.
G-Para mí la UCC siempre me trajo oportunidades, de cambio, crecimiento y adaptación y tengo muchas amistades y vínculos. Como en todos lados, hay cosas que nos gustaría que fueran diferentes, pero en general es un espacio de oportunidades y mucha libertad de trabajo. Yo empecé mi carrera laboral con una pasantía de la Católica en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos donde permanecí después con contrato por un período. Luego entré como jefe de calidad en Orieta, que ahora es Dulcor y después en Oblita, con el mismo cargo. A la par fui haciendo la carrera docente, primero como ayudante alumno y luego como JTP. Cuando nació nuestra hija hicimos todo un cambio para poder acomodarnos a cuidarla así que solo continúo con mi consultora.
No habrá sido fácil hacer el profesorado con otras tantas obligaciones.
G-Sí, no fue fácil, en el medio, teníamos las dos últimas fechas de examen y nacía Alfonsina, así que había que aprobar sí o sí en esa fecha. Paula rendía concurso en el Poder Judicial. Y la verdad que fue un montón porque la carrera docente es exigente.
P- Sumado a eso, es un espacio completamente distinto al que estábamos acostumbrados de las ciencias exactas.
G- El profesorado genera una zona de discusión que la verdad desafía un montón tu estilo de enseñar. Nosotros teníamos la referencia de nuestros docentes y ahí como que uno va copiando modelos. Esta carrera te permite ser auténtico en tu estilo de enseñar. Fue una experiencia muy linda.