Transformando la industria con sostenibilidad

Para esta carrera es imprescindible la curiosidad o el interés de repensar como se hacen las cosas. Además, hay un campo de especialidad muy puntual en relación a disminuir el impacto ambiental de los procesos.

Conversamos con Macarena Rodríguez Campos, coordinadora de la carrera, para conocer los desafíos y oportunidades que te brinda esta propuesta.

Los recursos naturales van disminuyendo en cantidad y su extracción es cada vez más compleja y en muchos casos más contaminante, por ende, más costosa. Por eso, los desafíos más globales son poder mejorar la sostenibilidad de los procesos, por un lado, para disminuir su impacto ambiental, mejorar los métodos de mitigación de esos impactos e innovar para reutilizar materiales y disminuir la extracción de materias primas.

También está la cuestión del impacto social de los procesos actuales, que también es importante conocer, medir y buscar soluciones.

¿Por qué elegir esta carrera hoy de cara a todos los cambios que se plantea que se vienen?

En el futuro se necesitará mucha innovación para poder mantener el nivel de vida que hemos logrado como humanidad, pero mejorando las formas para impactar menos en los ejes sociales y ambientales. Otro reto es encontrar soluciones que lleguen a lugares con menos recursos a precios accesibles y manteniendo bajos impactos sociales y ambientales.

¿Qué es imprescindible tener en cuenta a la hora de evaluar hacer esta carrera?

Siempre digo que para estudiar ingeniería es imprescindible ser curioso, esta es una visión personal de cómo somos de alguna manera los ingenieros. Aplicado a la ingeniería industrial es imprescindible el interés de repensar como hacemos las cosas. Un proceso es algo que tiene una entrada, una transformación y una salida. Esta carrera les brinda a los estudiantes una visión global para entenderlos, mejorarlos o bien para poder crear otros nuevos utilizando ese conocimiento.

¿A qué se llama transición energética y cómo se proyecta que nos afectará?

La transición energética es un desafío enorme que tiene el mundo. Es básicamente pasar nuestra matriz energética basada en combustibles fósiles a una más amigable con el medio ambiente con, por ejemplo, energías renovables. El consumo de energía a nivel mundial sigue aumentando y eso se potencia aún más con los desarrollos de inteligencia artifcial.

Argentina tiene muchísimo potencial para el desarrollo de las energías renovables, sobre todo las de mayor desarrollo actualmente: solar fotovoltaica, eólica y bioenergías (biogas y biocombustibles) pero el desafío es como integrarlas en la red eléctrica y como satisfacer la demanda energética con ellas.

En esto, se espera que el gas natural sea un combustible clave en la transición ya que es el menos contaminante de los combustibles fósiles. Sin embargo, su extracción, transporte y utilización deben mejorarse para que su aporte sea lo menos contaminante posible.

¿Por qué será clave el gas en esta transición?

Lo complejo de las energías renovables es su disponibilidad y el desarrollo del almacenamiento. Por ejemplo, las energías eólica y fotovoltaica son intermitentes, en un día lluvioso no es posible disponer de energía fotovoltaica, o un día sin viento no hay energía eólica. Por eso cuesta mucho acoplarlas a la curva de demanda.

Por eso es tan importante poder almacenar esa energía y, si bien hay muchas ideas en relación a su desarrollo, todavía está demorado respecto a las necesidades de la transición energética. El gas puede responder sin problema a las necesidades de demanda pero se deben desarrollar de manera más sostenible, con menos impacto en el medio ambiente, tecnologías de gas para poder dar tiempo a que las otras renovables vayan madurando y penetrando en la matriz energética, dejando atrás el petróleo y el carbón.

Conocé más sobre Ingeniería Industrial en la UCC