Una cultura de sustentabilidad

Desde el año 2019 implementamos un plan de economía circular que no solo busca contribuir a la construcción de un mundo más sustentable, sino también instalar una cultura en nuestra universidad y en cada miembro de la comunidad. El plan tiene el objetivo de cuidar el medio ambiente incrementando la cantidad y la calidad del material reciclable que se genera en nuestras instalaciones.

A partir de nuestro compromiso con la transformación del mundo y con la formación integral de las personas, establecimos un acuerdo con la empresa Circularis, quien lleva adelante diferentes iniciativas como la instalación de islas de transferencia (cestos de reciclaje) y capacitaciones para el personal. Estefanía Kiessling, del área de comunicación de Circularis, nos cuenta sobre las acciones que se están realizando en nuestra universidad, el destino de los materiales reciclados y lo que tenemos que tener en cuenta para separar los residuos correctamente.

¿Qué acciones está realizando Circularis en la Universidad?

Lo que implementamos en la universidad desde el año 2019 es un plan de economía circular. Con este proyecto, no solamente buscamos recuperar los materiales reciclables generados por la comunidad universitaria, sino también instalar una cultura de sustentabilidad en la institución. Circularis realiza esta gestión instalando “islas de transferencia” en los diferentes edificios. El Campus Universitario cuenta con 34 islas de separación; el Edificio Centro, 13 islas; en la Facultad de Ciencias de la salud se instalaron 12; y en la Estancia Santa Julia, otras 2.

Las islas de transferencia están formadas por tres recipientes de 60 litros con tres categorías: papel y cartón, reciclables en general y residuos sólidos urbanos. Estas islas, que después son retiradas por el personal de limpieza de la universidad para llevarlas a la isla ecológica definitiva, están situadas en diferentes sitios de mucha circulación. En las diferentes facultades, se pensó su ubicación en lugares estratégicos como las escaleras, los ingresos u otros sitios convenientes por su visibilidad. Los cestos están identificados con su cartelería para saber dónde va cada material.

¿Qué destino tienen los plásticos que reciclamos?

Tenemos dos criterios de clasificación: por un lado, el papel y el cartón que se donan al Hospital Infantil para la adquisición de aparatología y medicamentos; todos los demás reciclables se donan a cooperativas para Centros Verdes de nuestra ciudad. Ellos hacen la segregación final del material según su tipo. Luego, todos los plásticos aptos son comprados por Circularis para incorporarlos en los durmientes sintéticos que estamos fabricando para la rehabilitación de las vías ferroviarias del país.

¿Qué criterios tenemos que tener en cuenta para separar los materiales reciclables?

Uno de los principales problemas a la hora de reciclar es que no sabemos dónde tenemos que tirar un material o si realmente está apto para su reciclaje, y por lo tanto hay errores. Por eso, es importante que junto a los cestos de reciclaje también haya un lugar donde desechar los residuos sólidos urbanos. Si no estoy seguro de a qué categoría corresponde, siempre es recomendable tirarlo en la basura común para no contaminar a los demás materiales reciclables.

Principalmente, debemos procurar que los residuos estén limpios y secos. La única forma de que ese material tenga valor es que no esté contaminado por otros residuos orgánicos o incluso peligrosos como los aceites u otras sustancias químicas. Esto quiere decir que no deben quedar rastros del producto que el material estaba envasando. Esto es muy importante porque reciclamos en equipo; si alguien tira un residuo contaminado en un cesto, ensucia los materiales que han sido segregados correctamente.