Publicado el 18-12-2023 en UCC
Suelos estabilizados y reciclados
Investigadores de la Católica proponen soluciones para problemáticas de mantenimiento propias de las calles de tierra de Córdoba
Polvo en suspensión; socavaciones o baches; los llamados serruchos; o simplemente anegamiento de agua o barro, son algunas de las problemáticas que presentan las calles de tierra de nuestra provincia. Los suelos de Córdoba y parte de la región Pampeana pierden resistencia al contacto con la humedad y el paso de los vehículos. Sobre esta temática y sus posibles soluciones investiga el equipo liderado por Italo Federico Martin Schmädke en nuestra Facultad de Ingeniería.
La ciudad de Córdoba está dentro de los tres ejidos más extensos del mundo, por lo tanto, la cantidad de kilómetros de calles es muy importante. Si bien ha habido planes de pavimentación en los últimos años, dentro de la ciudad quedan aproximadamente unas 4.000 cuadras que son de tierra o firme natural que hay que mantener cotidianamente.
¿A qué se llaman suelos problemáticos y qué inconvenientes ocasionan?
Presentamos este proyecto para la ciudad de Córdoba, pero también es replicable y extensible a la provincia y gran parte de la región pampeana, donde encontramos los suelos loéssicos que son problemáticos porque ante la presencia de humedad, su estructura interna se rompe, y pierden su capacidad soporte o resistencia. Con el paso de los vehículos esto genera polvo en suspensión, socavaciones, ahuellamientos y baches. Esto no solamente provoca pérdidas económicas, porque en el caso del periodo lluvioso se anega y se llena de barro y no pueden circular vehículos de carga o pasajeros, sino que también en época de sequía hay mucho polvo en suspensión, que genera graves accidentes y afecta a la salud.
Estos suelos requieren de un continuo mantenimiento por parte de los municipios para mantener su perfil transversal, y su pendiente longitudinal que permita el escurrimiento del agua. Además de caro, esto resulta logísticamente complicado, sobre todo más en las zonas urbanas donde es inconveniente la circulación de maquinaria pesada.
¿Qué alternativas plantean?
El objetivo principal de este proyecto es contribuir al desarrollo sostenible de Córdoba y su área metropolitana con el uso eficiente de recursos de las calles no pavimentadas enfocándose en los ejes estratégicos de desarrollo de sostenibilidad, economía circular y transporte.
Para poder cumplir con el objetivo nos planteamos cinco pasos. Primero, el diagnóstico del territorio para identificar las zonas críticas y el volumen de trabajo. Después el diseño de una metodología que sea replicable. La experimentación en el laboratorio es el tercer paso. Luego, sigue la materialización de un tramo piloto, o sea un tramo real de calle con la aplicación de todos los desarrollos experimentales probados en el laboratorio de suelos de nuestra Facultad de Ingeniería. Por último, una etapa de sensibilización y difusión de los resultados a profesionales, a empresarios y a funcionarios municipales.
Este proyecto también obtuvo financiamiento externo de ADEC, participaron otras organizaciones como la Cámara Argentina de la Construcción Córdoba, la Cámara de Empresarios Mineros de la provincia de Córdoba, la Unión Industrial de Córdoba, todos bajo nuestra coordinación y dirección técnica.
¿Qué resultados esperan obtener?
Actualmente estamos en la mitad del proyecto y hemos obtenido resultados satisfactorios en un tramo piloto aledaño al campus de la UCC. Allí se mejoró y estabilizó el suelo mediante la adición de silicato de sodio sólido con cal hidratada, lo que aumentó su resistencia y durabilidad. Esto reduce los costos de rehabilitación y mantenimiento de las vías y mejora la calidad de la circulación. Además, se logra una mayor integración y conectividad entre las comunidades que tienen calles de tierra, mejorando la seguridad y confiabilidad.
Los próximos pasos serían la incorporación de áridos reciclados. Este es un desafío realmente muy interesante, ya que Argentina es el séptimo país mundial en tratamiento y extracción de áridos y Córdoba es la segunda provincia en importancia dentro de Argentina. Se trata de algo novedoso y muy incipiente en América Latina y por lo tanto hay mucha expectativa. Existe la posibilidad de emplear hormigones de demoliciones para agregarlos al paquete estructural de las vías de comunicación y así poder reciclar estos pasivos industriales, generando menor impacto ambiental como consecuencia de la explotación o la extracción de áridos para su ejecución.
También tenemos en mente estudiar y probar productos derivados de la extracción de los áridos comúnmente usados para la construcción de caminos. Si tenemos resultados positivos solucionaríamos un gran problema que hoy existe en cuanto a su disposición final, y sería también una reconversión importante para este material.
¿Cuál es el impacto que puede tener a nivel social?
La problemática tiene una implicancia económica muy grande para las zonas productivas, en relación a la imposibilidad de trasladar o sacar el producido de los campos cuando los caminos no están en condiciones, y también, desde el punto de vista social en cuanto a la seguridad, confiabilidad, conectividad, a la salud de la población, ya sea por las afecciones respiratorias que causa el polvo en suspensión como por los accidentes y las muertes que se producen por la escasa visibilidad en las rutas o caminos de tierra.
Respecto de los áridos reciclados tendría una afectación muy grande respecto del cuidado del planeta, y el empleo sustentable de los recursos. Se generarían nuevos puestos de trabajo para el proceso de reciclado. Podrían reducirse costos de ejecución y mantenimiento de los caminos por kilómetro; con menos explotación de canteras se producirían más caminos y podrían emplearse productos que hoy generan grandes montañas de áridos sin uso en las canteras, un pasivo ambiental para tener en cuenta.
Suelos estabilizados y reciclados en Córdoba (Argentina)
Director: Mgter. Ing. Italo F. Martin Schmädke, italo.martin@ucc.edu.ar
Co-directora: Mgter. Ing. María Pía Cruz.