Resistencia a los antimicrobianos en Córdoba

Este miércoles 25 de octubre tuvo lugar la charla de presentación en nuestro Auditorio Diego de Torres. Además de docentes, estudiantes, profesionales de la salud, y miembros de la comunidad científica, participaron autoridades municipales y de nuestra Universidad.

En el inicio de la jornada, nuestro Rector agradeció el tiempo dedicado al estudio centrado en las personas y destacó el abordaje y puesta en agenda de una problemática compleja. Por su parte, Liliana Montero, secretaría de Prevención y atención en salud comunitaria de la Municipalidad de Córdoba destacó la importancia de la receta digital como instrumento para poder realizar la trazabilidad de los medicamentos, asumiendo que esta labor es un desafío de la salud pública. “ Las leyes solas no alcanzan sino que es necesario un compromiso ético”, agregó.

Hector Oviedo, presidente del Consejo Médico de Córdoba habló de los cambios necesarios en el paradigma del paciente, que tienen que ir acompañados de información para el uso responsable de los medicamentos “necesitamos tiempo para que los médicos podamos hablar con nuestros pacientes”.

Entre otros datos de interés, nuestra docente e investigadora Rosario Rollán, explicó que el trabajo se realiza bajo el concepto de una salud, ya que todo lo que ocurre en el ser humano en los animales y el ambiente está íntimamente relacionado. Rosario conduce este equipo desde el año 2018, en el marco de un proyecto de Investigación interdisciplinario y de un programa de Proyección y Responsabilidad Social Universitaria.

El estudio abarca un análisis sobre la circulación de bacterias resistentes en el ambiente, la portación de estas bacterias en animales de compañía, como perros y gatos, la automedicación en la población general y en alumnos de la carrera de grado del área de la salud de la Universidad y el uso de antimicrobianos por parte de médicos veterinarios. Fue realizado en conjunto con la Universidad Nacional de Córdoba y el Centro de Salud 97 de la ciudad de nuestra ciudad.

Los diferentes equipos resaltaron la suma urgencia de abordar esta problemática que preocupa desde hace tiempo. En el año 2016, O'Neill, estimó que de seguir incrementándose la resistencia a los antimicrobianos, las muertes a causa de bacterias resistentes en el 2050 rondarían los 10 millones en el mundo y superarían a otras causas de muerte como por ejemplo el cáncer. Con el uso indiscriminado de antimicrobianos durante la pandemia, se estima que este número se aceleró 10 veces.

Dentro de los principales resultados presentados a nivel ambiental cabe destacar que las bacterias resistentes a los antibióticos en el Río Suquía solo fueron detectables a medida que que el río pasa por la ciudad, dejando visualizar como el accionar de los seres humanos contamina el ambiente. El hallazgo de un determinante en el Rio Suquía, sugiere fuertemente la adquisición horizontal de origen clínico en bacterias naturales del río, las que podrían actuar como reservorio y potenciar la diseminación y evolución de la resistencia a los antibióticos. En cuanto a los animales, se destacó prescripción empírica inadecuada de antimicrobianos, debido a múltiples causas, lo que puede acarrear entre otras consecuencias, fallas terapéuticas e inducir a la aparición de cepas resistentes que se transmiten al medio ambiente y al hombre. Además, se mostró la detección de altos niveles de resistencia en bacterias causantes de infecciones del tracto urinario en caninos, identificándose una cepa en particular considerada clon internacional de alto riesgo en humanos. Estos datos indican la importancia de considerar el posible impacto en salud humana de los patógenos multirresistentes de animales de compañía. Además, resaltan la necesidad de establecer equipos interdisciplinarios de vigilancia para el control de la resistencia a los antimicrobianos.

Un tema a destacar respecto al consumo de antibióticos en la comunidad, fue el resultado de las encuestas que mostraron un alto porcentaje (64%) de automedicación especialmente frente a síndromes respiratorios, febriles y urinarios, siendo de fácil a muy fácil adquirir el medicamento sin prescripción médica, abandonando el tratamiento cuando los síntomas desaparecen y la falta de conocimiento en cuanto al descarte de dosis sobrantes. Estos datos ponen en evidencia la poca percepción del problema, y señalan la necesidad formular intervenciones educativas que concienticen sobre la implicancia del mal uso de antimicrobianos, establecer medidas que regulen la automedicación y concientizar a los farmacéuticos para que no recomienden ni dispensen estos medicamentos sin prescripción médica.

El problema de la resistencia a los antimicrobianos, requiere medidas intersectoriales urgentes, para prevenir prevenir o minimizar la presión selectiva debida al mal uso de estos medicamentos, y evitar que infecciones actualmente tratables vuelvan a resultar mortales.

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