Publicado el 08-04-2025 en UCC
“Lunes negro”: Qué pasa en la economía global
El 7 de abril no fue un lunes cualquiera. Las bolsas bursátiles del mundo vivieron una jornada tan complicada y oscura que muchos la pintaron con el color del luto.
Una nueva escalada en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y varios de sus socios globales dio lugar, el pasado lunes 7 de abril, a un "lunes negro". Y sí, todo comenzó —otra vez— con una decisión del presidente norteamericano Donald Trump. ¿Qué pasó exactamente? ¿Por qué tanto ruido? ¿Por qué nos importa?
Un giro drástico en la política comercial
Todo comenzó días antes, el 2 de abril, cuando Trump declaró lo que él mismo denominó el "Día de la Liberación": la imposición de un arancel mínimo del 10 % a todos los productos importados por Estados Unidos, con tasas más elevadas para socios comerciales con los que EE.UU. tiene déficits. La medida golpeó especialmente a China, con un arancel del 34 %, y a la Unión Europea, con uno del 20 %.
Este giro radical en la política comercial estadounidense implica un cambio profundo en el orden económico global que había predominado desde la Segunda Guerra Mundial, basado en el libre comercio y en la cooperación multilateral.
Reacción internacional: rápida y con consecuencias
China no se quedó mirando. Enseguida aplicó aranceles espejo a productos estadounidenses clave, como energía, tecnología y alimentos. Además, lanzó investigaciones contra empresas norteamericanas y empezó a regular la exportación de metales estratégicos.
La Unión Europea también reaccionó: expresó su rechazo, planteó posibles represalias y hasta insinuó medidas contra las grandes tecnológicas de EE.UU., en medio de un largo historial de tensiones regulatorias.
Las bolsas, en picada
El efecto fue inmediato. Los mercados, que suelen tener poca paciencia para la incertidumbre, entraron en pánico: • En Europa, el Euro Stoxx 50 se desplomó un 12,2 %. • En Asia, Hong Kong cayó un 13,2 %. • En EE.UU., el S&P 500 bajó un 10,7 %.
Más allá de los porcentajes, lo que se siente es una fuerte inquietud global. Analistas ya hablan de riesgo de recesión, estanflación (inflación con estancamiento económico) y presión sobre los sistemas financieros.
¿Por qué reaccionaron así los mercados?
Detrás del impacto en las bolsas hay una cuestión clave: las grandes compañías están hoy profundamente internacionalizadas. Empresas como Apple, Tesla o Amazon diseñan productos en Estados Unidos, pero producen, venden y operan en múltiples países.
Cuando se aplican este tipo de aranceles, en mercados tan relevantes para estas marcas, se encarecen sus costos operativos globales, lo que afecta directamente sus márgenes y, por tanto, su valor en bolsa.
“Cuando suben los aranceles, aumentan los costos operativos de las compañías multinacionales, que hoy tienen procesos de producción y comercialización distribuidos globalmente. Ese incremento impacta de lleno en sus cuadros de resultados financieros y genera una caída en su valor bursátil”, explicó Martín Bertoni, vicerrector de Economía de la Universidad Católica de Córdoba.
Además, señaló que muchas de estas empresas tienen procesos productivos repartidos en distintas regiones: “Tesla, por ejemplo, fabrica gran parte de sus vehículos en China. Un arancel del 34 % impacta directamente en su estructura de costos. Y eso, naturalmente, se traslada a los precios y a la percepción del mercado”.
¿Fue realmente un “lunes negro”?
Hemos visto muchos lunes o martes "negros" en la historia de los mercados; y, en general, refieren a caídas abruptas en las bolsas como respuesta a ciertos eventos difíciles de prever.
Sin embargo, cabe preguntarnos ahora, si estamos ante un cambio de ciclo económico real o, simplemente, ante una reacción que ha sido titulada con una carga adicional de dramatismo por sobre la sustancia.
Para Bertoni, que es magíster en Contabilidad por la UCC, por ahora, el término parece responder más al impacto mediático que a la solidez de los hechos. Lo expresó de esta manera: “Hablar de ‘lunes negro’ suena vendedor, llama la atención, pero lo importante es evaluar si la caída en las bolsas fue lo suficientemente profunda y sostenida como para marcar un punto de inflexión. Con la información disponible, eso todavía no está claro”.
Bertoni señaló que “se podría despojar de dramatismo a la jornada del lunes y mirar lo ocurrido el jueves o el viernes posteriores al ‘Día de la Liberación’, días en los que ya se vieron desplomes de magnitudes significativas como reacción a la política anunciada por Estados Unidos. Esos días también podrían haberse titulado ‘jueves negro’ o ‘viernes negro’”.
Según nuestro Vicerrector, “lo que estamos viendo podría tratarse, más bien, de un movimiento táctico dentro de una estrategia de negociación, y no necesariamente del inicio de un nuevo paradigma económico”. Y agregó: “Trump golpea primero y negocia después. Esta es una jugada para sentarse a la mesa con ventaja”.
¿Y ahora?
Lo que empezó como una medida comercial ya se convirtió en algo mucho más grande. Estamos viendo un conflicto donde economía, política e influencia global se entrelazan como pocas veces. Y aunque los titulares hablen de aranceles, el fondo de la cuestión es otro: quién manda, quién se adapta y qué modelo de economía se va a imponer en los próximos años.
Mientras tanto, como señaló Bertoni, es posible que esta jugada le permita al gobierno de EE.UU. reducir su déficit y refinanciar su deuda en mejores condiciones, para aprovechar el clásico movimiento de “flight to safety”, en el que los inversores se vuelcan a activos más seguros como los bonos de la Reserva del Tesoro de Estados Unidos.
¿Cambio de época o solo una jugada fuerte en la mesa de negociación global? Lo sabremos en los próximos meses.