Lelia Imhof

En el marco del Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia conversamos con Lelia Imhof, doctora en Ciencias Agropecuarias, docente e investigadora, directora del Instituto de Investigaciones en Recursos Naturales y Sustentabilidad IRNASUS de doble dependencia entre Conicet y nuestra Universidad.

La línea de investigación que integra, abarca la medición de los servicios ecosistémicos de las soluciones basadas en la naturaleza (como los techos verdes y biosolares) para los espacios urbanos. Algunos de los servicios entregados por estas tecnologías son la mejora en la eficiencia energética, la fijación de carbono, la interacción con polinizadores y la disminución de la contaminación del aire en las ciudades. “Nuestra línea tiene que ver con todas las contribuciones de la naturaleza en la ciudad, ese es el gran corazón de nuestro proyecto”, cuenta.

La investigación incorpora la adaptación de plantas a estos espacios, y también la parte hidrológica que aborda la absorción del agua de lluvia. Trabajan de manera interdisciplinaria con otros institutos y centros de ciencia y tecnología a lo largo del país; y los destinatarios son organizaciones y entidades del ámbito público y privado.

¿Cuál es hoy el rol de las mujeres en la ciencia?

En Argentina seis de cada 10 científicos son mujeres, pero la cuestión es el acceso a las categorías o llegar a cargos públicos que ocupan en más medida los varones. De todos modos, en los últimos años ha crecido muchísimo la participación de las mujeres también en cargos de mayor responsabilidad.

Para mí, cada uno tiene capacidades diferentes y se suma una sinergia muy linda cuando se aprovecha lo mejor de cada uno. Establecer esos roles es lo que nos hace trabajar más sabiamente.

Hay lugares donde la mujer está muy desfavorecida, en Argentina, si bien ha habido desigualdades y hay áreas de la ciencia donde pesa más la decisión o la fuerza de un hombre, hay otras donde es más común que sea la mujer. En estos últimos años, las mujeres avanzaron sobre esas líneas más duras de la ciencia donde les era más difícil acceder y hacerse escuchar .

Los seres humanos tenemos muchos prejuicios, así que lo importante es considerar las ideas independientemente del género de quien las expone. El respeto y la igualdad de condiciones ayuda mucho a la mujer en el acceso a los espacios de la ciencia.