Publicado el 23-09-2024 en UCC
Investigación en educación: hay interés, falta incidencia
Para Eduardo Bologna, investigador de la UCC, el desafío es convertir los resultados de las investigaciones en políticas que cambien la realidad.
Se llevaron a cabo, recientemente, en nuestra Universidad, dos eventos que marcan agenda en el ámbito de la educación en la provincia de Córdoba: el IV Congreso Latinoamericano de Investigación Educativa y el XXXV Encuentro del Estado de la Investigación Educativa: Desafíos actuales y nuevos escenarios del derecho a la Educación desde una lectura Latinoamericana.
Organizados por nuestra Facultad de Educación, con la presencia de destacados especialistas y la apertura a cargo del ministro de Educación de la provincia, Horacio Ferreyra, ambos eventos se convirtieron en un gran escenario en el que se expusieron avances, desafíos y debates en torno a la investigación educativa.
Para profundizar en aspectos que se abordaron en las exposiciones entrevistamos a Eduardo Bologna, coordinador del Centro de Investigación de la Facultad de Educación (CIFE) de nuestra Universidad, y director de la investigación titulada “Factores asociados con la capacidad de la escuela para reducir los efectos del estatus socieconómico en los niveles de rendimiento escolar”.
Le preguntamos si la problemática educativa sigue atrayendo el interés de las y los investigadores, y esto respondió Bologna:
-Siempre hay interés en investigación sobre educación, pero, quizás el mayor problema sea el de incidir en política, el de llegar con los resultados de nuestras investigaciones a los decisores políticos que pueden transformar recomendaciones científicamente fundadas en normativas que cambien la realidad.
-¿Cuáles son los problemas o los obstáculos para que eso ocurra?
-Existen líneas fuertes de investigación con resultados que podrían aportar a diseñar políticas educativas que vayan en dirección de la equidad. Uno de los problemas es que son estudios localizados, difíciles de generalizar. La tradición en estudios de gran escala, con datos nacionales, es escasa entre investigadores en educación, más bien ha sido campo de interés de economistas, que tienen modelos para trabajar bien con los datos, pero a menudo carecen de los marcos teóricos que les permitan interpretar los resultados en contexto.
-¿Qué propuesta se puede hacer para modificar esta situación?
-Parte del desafío en investigación educativa, desde mi punto de vista, es que más estudiantes, de grado y de posgrado, valoren los datos y se apropien de estrategias cuantitativas de análisis, para poder hacer uso de los datos oficiales que son abundantes y están puestos a disposición en formato abierto. La publicación de datos abiertos es una acción de transparencia desde el estado, pero no tiene el impacto esperado si los investigadores no cuentan con las herramientas analíticas para extraer sentido de ellos.
-¿Qué están investigando en el CIFE?
-Además de lo que presentamos en el Congreso, tenemos un artículo en elaboración como parte del proyecto "Efectos diferenciales de las estrategias didácticas dirigidas moderar el impacto de la pandemia sobre los resultados escolares: la provincia de Córdoba en el contexto nacional", que está financiado por la UCC para el período 2022-2025. Se trata de un proyecto que buscar poner en valor el modo en que las diferentes estrategias didácticas implementadas moderaron el impacto de dos años de escolaridad no presencial, híbrida, flexible, en burbujas y otras modalidades, sobre el rendimiento de los estudiantes de 6º grado de nivel primario. Se pone foco en el contexto de desigualdad socioeconómica y principalmente tecnológica en el que docentes y estudiantes recorrieron esta etapa. El análisis considera el nivel nacional, con foco en la situación particular de la provincia de Córdoba, en perspectiva comparada. Los resultados se consideran valiosos como aporte a la diversificación de estrategias pedagógicas como producto de los aprendizajes alcanzados por actores de todo el sistema educativo durante la pandemia.
-¿Cuándo comenzó y cuáles son las fuentes estadísticas que utilizan?
-Usamos las bases de microdatos del Operativo Aprender, la encuesta de continuidad pedagógica, y las series del relevamiento anual. Todo publicado por el exMinisterio de Educación de la Nación. Yo dirijo el proyecto, María Franci Álvarez es la codirectora, y forman el equipo Liliana Peccoud, Sandra Gisela Martín y María del Carmen Falcón Aybar.
-¿Tenemos datos históricos acerca del vínculo o de la relación entre estatus económico y rendimiento escolar, es decir, cuándo se amplió o se achicó la diferencia de rendimiento escolar entre los que más tienen y los que menos tienen?
-En Argentina no hay series históricas que muestren las variaciones en la magnitud de las brechas educativas según condiciones económicas. Podría hacerse sobre un aspecto, que son los puntajes en las pruebas, las cuales, como dije en mi exposición durante el Congreso, se discute si miden aprendizajes o aptitudes, es decir qué parte de los resultados puede atribuirse a la escuela y qué parte a las características de cada estudiante, lo cual está influido por su contexto de origen familiar y social. El primero y más influyente estudio a gran escala realizado sobre el tema es el "informe Coleman", hecho en la década del ’60, del siglo 20, uno de cuyos hallazgos fue la poca influencia de las diferencias entre escuelas que explican las diferencias de puntajes. Es un resultado que se repite en otros estudios, como (“las pruebas”) PISA. Eso es lo que lleva a preguntar qué es exactamente lo que miden esas pruebas.
-¿Cuáles son los factores “macro” (las políticas educativas) y los factores “micro” (las acciones pedagógicas de cada institución o docente) que hacen que la escuela pueda “lograr” alumnos con buenos rendimientos académicos más allá de la condición económica de sus familias?
-Hay muchos estudios sobre el tema, entre ellos el de Rosenthal y Jacobson, que analiza el efecto de características y expectativas de los docentes sobre los resultados. Nuestro aporte, en la presentación de ayer, dice que las condiciones de convivencia contribuyen en cierta medida. Y también hay un libro de Julio Carabaña que analiza las pruebas PISA en una perspectiva crítica, que es muy claro.