Publicado el 03-05-2024 en UCC
"La educación empodera al paciente con asma”
Nuestros expertos nos cuentan el impacto que genera esta enfermedad y cómo sobrellevarla para tener una vida plena.
El martes 7 de mayo se celebra el Día Mundial del Asma, establecido por la Iniciativa Global del Asma (GINA), con la finalidad de concientizar a la población acerca del impacto que genera esta enfermedad y cómo sobrellevarla para tener una vida plena y sin limitaciones.
Este año el lema de la campaña es "La educación empodera al paciente con asma”. La premisa apunta a que las personas estén bien informadas acerca de su enfermedad y sepan cómo enfrentarla en su vida diaria para acceder a un mejor control y, por ende, a una mejor calidad de vida. Conversamos con Ricardo J Saranz (RS) y Alejandro Lozano (AL), docentes, investigadores, e integrantes del Servicio de Alergia e Inmunología de nuestra Clínica Universitaria Reina Fabiola.
¿Qué es el asma?
RS - Es una enfermedad que afecta los bronquios y que se caracteriza por dificultad para respirar, con tos, agitación y silbido de pecho. Estos síntomas se manifiestan en forma de crisis que se repiten con grados de gravedad variable desde formas esporádicas hasta una frecuencia e intensidad tal que pueden afectar seriamente la calidad de vida de quienes la padecen.
¿Por qué se produce?
AL- La obstrucción de los bronquios se produce por una inflamación interna consecuencia de la suma de factores genéticos-hereditarios y desencadenantes externos como irritantes físicos y químicos, virus, ejercicio físico, medicamentos, agentes de los ambientes laborales, factores emocionales y alérgenos.
¿Es una enfermedad frecuente?
RS- Es una de las enfermedades crónicas más frecuentes. Aproximadamente 400 millones de personas en todo el mundo la padecen. En Argentina, aproximadamente cuatro millones de personas presentan síntomas de asma.
¿Cómo puede saber una persona que tiene asma?
AL- Generalmente la presencia de los síntomas propios de la enfermedad ya permite una aproximación diagnóstica. Pueden existir antecedentes de asma o alergia en los familiares.
El diagnóstico se refuerza por la demostración de obstrucción de los bronquios mediante un estudio simple llamado espirometría. Esta obstrucción es generalmente reversible total o parcialmente mediante el uso de un broncodilatadores, lo que se comprueba en el mismo momento de la espirometría.
El diagnóstico de alergia no es sinónimo de asma. Mediante pruebas sencillas en la piel, indoloras y rápidas, se puede comprobar si se es sensible a algún alérgeno, que es una de las principales causas de asma.
¿En qué consiste el tratamiento?
RS- El tratamiento contempla cuatro aspectos: el control ambiental de desencadenantes, el uso de medicamentos, las vacunas desensibilizantes con alérgenos y la educación del paciente y su familia.
Deben evitarse, dentro de lo posible los alérgenos dentro de la casa (ácaros, hongos y caspa de animales domésticos) y evitar el contacto con humo de cigarrillo y otros humos e irritantes domiciliarios.
En la actualidad disponemos de medicamentos preventivos de alta calidad que tienen por finalidad combatir la inflamación de los bronquios, propia de la enfermedad.
Para aquellos pacientes que tienen asma producida por alergias, el uso apropiado de vacunas desensibilizantes por vía subcutánea o sublingual, puede contribuir a resolver su alteración inmunológica.
En consonancia con la consigna del día mundial del asma 2024. ¿Qué rol tiene la educación del paciente?
AL- Como toda enfermedad crónica, la educación es el pilar fundamental. La interrelación adecuada médico-paciente contribuye a disminuir los riesgos propios de la enfermedad y favorecer un mayor alivio de los síntomas.
Las cuestiones centrales que deben conocer los y la pacientes giran en torno a las características de su enfermedad, sin eufemismos ni falsos nombres; los distintos factores que pueden desencadenar asma y cómo evitarlos; reconocer los síntomas premonitorios de una crisis y los pasos a seguir y cuando contactar al médico de cabecera o asistir a una sala de emergencia; tener a mano la prescripción del médico por escrito de las medidas y medicamentos necesarios para el tratamiento del asma; saber con precisión las técnicas y uso de los distintos dispositivos inhalatorios y aerocámaras disponibles; asistir a las consultas programadas en períodos de “calma” de la enfermedad; y saber que, con el tratamiento adecuado, podrán llevar una vida normal con realización plena de actividades laborales, escolares y deportivas que aseguren su completa inserción social e integridad psicológica.
Las educación e información del paciente y su entorno familiar, bajo la responsabilidad del médico actuante, constituyen la respuesta más adecuada frente a las limitaciones impuestas por la enfermedad.