De España a la UCC para concretar su tesis

Cecilia De Arriba Rivas es licenciada en economía, cuenta con un máster en educación para el desarrollo, sensibilización social y paz mundial. Actualmente se encuentra realizando su doctorado en desarrollo sostenible e inclusivo, sobre la evaluación de impacto de aprendizaje-servicio desde la perspectiva de las entidades.

Cecilia llegó al país en marzo, proveniente de la Universidad Loyola Andalucía, entidad Jesuita del sur de España; y su visita a nuestra Universidad se dió en el marco de la tesis de su doctorado y del Programa Erasmus+, con un proyecto KA131 de dimensión internacional.

En España, trabaja coordinando proyectos de aprendizaje y servicios, actividad relacionada directamente con el objetivo de su aventura en Argentina.

“En España se desarrolla de manera diferente, no existe una política de Responsabilidad Social Universitaria como sí sucede en la UCC” remarca.

¿Cuál fue tu vínculo con la Universidad Católica de Córdoba?

Estuve buscando universidades que tuvieran suficiente experiencia con el tema para poder analizar sus prácticas. La Universidad Católica de Córdoba tiene gran experiencia en Responsabilidad Social Universitaria, varios proyectos y programas. Además es una Universidad Jesuita al igual que la mía, entonces fue una suma de condiciones que derivaron el venir aquí.

Además, aquí está Daniela Gargantini, investigadora del CONICET, del CEVE y docente de la UCC, que tiene mucha experiencia en Responsabilidad Social Universitaria desde la investigación, de hecho fue una referente ya que en España nos dió una conferencia sobre el tema. A nivel investigación, para mi era interesante estar cerca de ella.

¿Cómo fue la experiencia en Argentina?

Arranqué de a poco para hacerme de la idea en el contexto que estaba. Las primeras semanas fueron para tomar tierra y ver qué significaba la Responsabilidad Social Universitaria en la UCC y ver cómo se armaba.

“Todos los proyectos tienen algo inspirador, tanto para mi tesis como para mí. La primera experiencia que tuve fue visitando el barrio Alto Alberdi con la asignatura Vivienda Social Habitacional y allí vi la Responsabilidad Social Universitaria de manera real. Pude ver a los estudiantes cómo se movían en terreno, de qué manera se establecen las relaciones con entidades sociales. Ahí dije esto es Argentina, fue un punto de conexión directa.

¿Qué te llevás de Argentina?

Me llevo por un lado esa perspectiva comunitaria y he visto que la forma en la que se trabaja con los programas de Responsabilidad Social Universitaria está muy conectada con la comunidad, con las entidades sociales, desde la reciprocidad, una visión hacia afuera pero desde un diálogo horizontal.

También me llevo la experiencia de visitar El Boquerón, una región ubicada en Santiago del Estero, fue vivir la experiencia de la Argentina profunda y ver un nivel de necesidad muy elevado en zonas relegadas y con necesidades muy básicas. Me llevo el poder estar ahí, ver cómo se trabaja desde la Responsabilidad Social Universitaria y el poder ir más allá de las fronteras de la ciudad donde está la Universidad para brindar apoyo.

¿Cómo se debe trabajar con la comunidad?

Siempre he estado trabajando sobre la voz de las comunidades y aquí realmente he escuchado qué es lo que dice la comunidad sobre la Responsabilidad Social Universitaria.

Tuve la gran oportunidad de poder ver desde ahí realmente cual es el valor que tienen este tipo de proyectos. Y ver que no se trata tanto de grandes números, sino de mantener un contacto cercano, recíproco, con mucho diálogo. Entonces ese constante diálogo es la forma de trabajo más acertada, ayuda a ir avanzando en los problemas que hay, porque hay miles de necesidades pero así detectamos las prioridades.

A la comunidad en general, le digo que debemos darle valor a las formas de acercarse a las comunidades y resaltar también los grandes aportes que se están haciendo poco a poco, en todos estos años.