Publicado el 10-06-2024 en UCC

Ciudadana del mundo

Iara es egresada de Relaciones Internacionales, conoce más de 25 países y hoy trabaja para Google en Polonia

Iara Teveznesteruk se declara una persona curiosa y por eso estudió Relaciones Internacionales. Cuenta que le gustaban un montón de cosas y no se decidía por qué estudiar hasta que conoció el programa de la carrera que le atrajo por su diversidad de contenidos. Su sueño siempre fue viajar y conocer otras culturas. Hoy vive en Breslavia (Polonia) y se desempeña como Especialista de producto para Google.

¿Cómo decidiste convertirte en una ciudadana del mundo?

Yo siempre quise viajar. Vengo de una familia de clase media que hizo su mayor esfuerzo para que yo pueda estudiar y por eso me decidí por una carrera que me abriera al mundo como Relaciones Internacionales. Yo creo que ese fue el primer paso, pero para mí Córdoba, Argentina es mi hogar y eso lo llevo conmigo siempre. Es mi esencia que al mismo tiempo se va enriqueciendo al conocer nuevas culturas, nueva gente, nuevas historias y países.

¿Cómo conociste tantos países?

Simplemente decidí hacerlo y fui una nómade digital durante casi ocho meses, viajando por ocho países en Europa. Empecé en Turquía, estuve en Croacia, Bosnia, Montenegro, Alemania, Polonia, Italia y Grecia. En ese momento trabajando de forma remota hasta que un día, ya en Córdoba en el 2021, tuve la suerte de que me contactara por LinkedIn una reclutadora de Google que estaba armando un equipo de especialista en Search. Me hicieron la oferta, pasé las entrevistas y me mudé a Polonia, a Breslavia. Ahora trabajo con grandes empresas de España, haciendo recomendaciones de optimizaciones de productos de Google Ads para ayudarlos a llegar a sus objetivos de negocio. Es un puesto bastante estratégico de mucho análisis de datos.

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Además de conocer, has vivido en muchos países, ¿qué es lo que más te costó a la hora de adaptarte?

Estar lejos de mi familia, el idioma y el clima es lo que más me cuesta. Extraño mucho, pero siempre tuve la suerte de cruzarme con gente maravillosa y estuve muy bien acompañada de amigos, tanto argentinos que me cruzo por el mundo, o de otros países. Viví en Dinamarca, en Copenhague, y ahora estoy en Breslavia, (Polonia). Aquí lo que más me cuesta es el idioma, porque es bastante complicado de aprender. El clima en el invierno también me cuesta muchísimo.

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¿Qué es lo que más te gustó de la carrera?

Sin duda, la diversidad del contenido de su plan de estudios, porque ves desde economía; política; historia nacional e internacional; teoría de las relaciones internacionales; hasta historia de la cultura. Para una persona multipasional como soy, te da una visión súper amplia de todo lo que está pasando en el mundo, y eso te permite abordar muchos caminos a la hora de desarrollarte profesionalmente. Yo me dediqué al marketing digital con una mirada un poco más internacional, me queda esta base de ser una internacionalista y de tener esta mirada crítica.

¿Qué te llevás de la UCC?

Fue una época muy linda de mi vida, lo más importante que me llevo son los amigos que hice durante mi carrera que hoy son mis grandes amistades de la vida, la mayoría están viviendo en el exterior dedicándose a sus carreras, aunque siempre tratamos de vernos.

La Universidad es maravillosa, nuestra carrera tiene profesores de tremenda calidad académica, a los que admiro muchísimo. Otra cosa que me llevo fueron todas las posibilidades que nos dieron. Hace unos años con mis amigos de la facultad, fanáticos de las charlas TED, decidimos crear un TEDx Universidad Católica de Córdoba. Hicimos alrededor de cuatro o cinco ediciones y la Universidad nos apoyó con eso. Hoy comparando con otras universidades de Europa, puedo decir que en la Católica de Córdoba la calidad de las materias es excelente.

¿Qué le dirías a alguien que está pensando estudiar y hacer una carrera profesional?

Le diría principalmente que estudie algo que le guste naturalmente y que le provoque interés. En mi caso siempre traté de guiarme por las cosas que me dieran curiosidad y enciendan ese entusiasmo interno que tenemos cada uno en el que tenemos que confiar.