Aprender y ejercer desde lo humano

“Poder hacer que un niño se ría me parece que es parte integral de lo que aspiro a ser como médico” comenta Salvador, estudiante de cuarto año de Medicina en nuestra Facultad de Ciencias de la Salud. En esta nota nos cuenta cómo llegó a participar de la fundación Todo por Todos y cómo, cada vez más estudiantes se suman a esta labor.

¿Qué es Todo por Todos?

Es una ONG que nació en el 2013 en un viaje a Taco Pozo, Chaco. De esa experiencia participaron siete personas: dos médicos, una odontóloga, una psicóloga y tres voluntarios: Hoy los operativos son de más de 50 personas y se hacen viajes a todo el norte argentino.

¿Cuál es su principal tarea y objetivos?

El objetivo es brindar asistencia en aquellos lugares a donde el Estado no llega. En torno a esto atendemos especialmente a niños y adultos mayores. Contamos con muchísimos especialistas de pediatría, traumatología, cardiología, ginecología, entre otras. Además, el equipo está conformado por profesionales de kinesiología, psicología, odontología, fonoaudiología e incluso de veterinaria porque estamos convencidos que la atención en materia de salud se debe abordar verdaderamente de forma integral.

¿Cómo llegaste a participar de esta fundación y cuál fue tu propuesta?

Tuve la suerte de comenzar a viajar desde los 14 años porque la que inició este trabajo es mi mamá. Entonces tuve la posibilidad de ver el crecimiento de la fundación y de hecho fui creciendo con ella. Comencé como voluntario, en algún momento fui el fotógrafo y hoy voy como estudiante de Medicina.

Mi propuesta fue poder llevar a los estudiantes para que hagan prácticas, aprendan y crezcan no solo desde la parte científica sino desde lo humano. Empezamos cuatro en el 2022 y a partir de allí se sumaron cada vez más, a tal punto que en uno de los últimos viajes éramos más estudiantes que profesionales. Hoy ya tenemos lista de espera para sumarse tanto de chicos/as de la Católica como de otras universidades del país.

¿Cómo te decidiste a estudiar Medicina?

Mi decisión tuvo mucho que ver con esos viajes que me permitieron encontrarme con lo más puro de la medicina que es atender a un paciente solo con tu tensiómetro, tu estetoscopio y lo que sabés. Gracias a eso pude comprender que la atención empieza desde que el paciente entra al consultorio. Más allá de lo que puedas aportar a nivel técnico o científico, tenés que estar preparado para ayudar desde el nivel humano y de calidez o contención. Ósea, no solo desde lo físico sino también desde lo emocional. Poder hacer que un niño se ría me parece que es parte integral de lo que aspiro a ser como médico.

¿Recomendarías realizar esta carrera?

Sí, totalmente. Si bien es una carrera que lleva muchas horas de estudio y sacrificio, lo importante es que tu objetivo sea ser un excelente profesional, entonces vas a dedicarle el tiempo que necesites.

¿Te parece importante que los/las estudiantes se involucren en este tipo de actividades?

Por supuesto, primero que nada por la posibilidad de poner en práctica lo que estudiamos. Es una instancia de muchísimo aprendizaje de todas las áreas de a salud. Como es un trabajo muy interdisciplinario terminás trabajando codo a codo y aprendiendo mucho de todos los profesionales.

Esta gente que vamos a ver y que atendemos en los viajes tal vez solo tiene la posibilidad de hablar con un médico una vez al año así que le dedicamos todo el tiempo necesario. Ahí realmente generás una verdadera empatía.