Publicado el 24-08-2023 en La Voz del Interior

Pensamiento mágico y Conicet

Por José G. Funes (*)

"El universo está hecho de historias, no de átomos”, decía Muriel Rukeyser. Y a las ideas hay que ponerles los rostros humanos de las historias personales que pueblan el universo. Después de 22 años, en 2015 regresé al país con el Programa Raíces, a través de una resolución del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.

Entre otras motivaciones, retorné para compartir con mis compatriotas mi rica experiencia académica que tenía como director del Observatorio Vaticano, pensando en que podía ser de ayuda al país.

Como aconsejaba María Elena Walsh: “No olvidés el autobombo si querés ponerte en venta”. En el mundo académico y en el político, esta es la regla de oro y que sigo aquí.

Hice mi licenciatura en Astronomía en la Universidad Nacional de Córdoba; estoy muy agradecido por la formación científica y humana que recibí. Obtuve mi doctorado en la Universidad del Estado de Padua y enseñé en la Universidad de Arizona, que es estatal. He sido miembro de la Academia Pontificia de Ciencias, donde pude participar en reuniones con premios Nobel y personalidades como Stephen Hawking.

He dado dos conferencias sobre el comienzo y el final del universo –en inglés y español– en el Ames Research Center de la Nasa, las que se pueden ver en YouTube. En 2018, ingresé en el Conicet como investigador independiente.

Quisiera responder a una propuesta de cierto pensamiento mágico que algún candidato presidencial ha hecho para privatizar el Conicet. Para ello, quisiera contar mi historia personal.

Según Chat-GPT, “el pensamiento mágico se refiere a la creencia de que uno puede influir en los acontecimientos simplemente pensando en ellos o a través de acciones que, desde un punto de vista lógico o científico, no tienen relación causal con los resultados deseados”. Y agrega la inteligencia artificial: “Puede ser una forma de enfrentar la incertidumbre, dar sentido a eventos incomprensibles o incontrolables, o simplemente añadir un sentido de maravilla y misterio al mundo. Sin embargo, en exceso o en contextos inapropiados, el pensamiento mágico puede llevar a decisiones erróneas o a interpretaciones incorrectas de la realidad”.

Se ha querido comparar el Conicet con la Nasa. La comparación es errónea, porque la Nasa es una agencia espacial del gobierno estadounidense, no privada, cuyo presupuesto debe ser aprobado por el Congreso de ese país.

En todo caso, se puede, por ejemplo, comparar al Conicet con el CNR italiano o el ex-Conicyt chileno, hoy Anid.

Además, no podemos aplicar las leyes del mercado a la ciencia y la investigación. Si este fuera el caso, deberíamos eliminar de cuajo a la Astronomía, porque no produce una renta económica. ¿Cómo les explicamos a las jóvenes generaciones que visitan planetarios y observatorios que deben renunciar a entender el universo porque no es rentable?

No es lo que mis padres me enseñaron cuando yo tenía 14 años y soñaba con ser astrónomo. Ellos me apoyaron, haciendo un gran esfuerzo, para que pudiera estudiar la carrera de mis sueños.

La privatización de las ciencias no era parte del ideario de verdaderos estadistas de la generación de 1880. En 1871, Sarmiento fundó el Observatorio de Córdoba, cuyo primer director fue el norteamericano Benjamin Gould, también fundador del Astronomical Journal, una de las revistas más prestigiosas en Astrofísica.

No quiero defender el Conicet a ultranza, porque en un país casi inviable necesitamos de una reforma del organismo acorde con los tiempos que vivimos y con los limitados recursos del país.

Sin embargo, una supresión o privatización del Conicet empujaría a muchos de nosotros/as a emigrar hacia latitudes donde la investigación científica es valorada por sus ciudadanos y no es regulada por las leyes del mercado. Si así fuera, Argentina estaría expulsando valiosos recursos humanos. ¿Cómo te explico? Es difícil de entender. Me digo, con María Elena Walsh: “Porque me duele si me quedo, pero me muero si me voy…”.

  • Jesuita, doctor en Astronomía, investigador de Conicet-Universidad Católica de Córdoba, exdirector del Observatorio Vaticano.

Medio Publicado: La Voz del Interior

Temática: UCC

Autor/Redactor: José G. Funes, S.J.

Fecha de Publicación: 24-08-2023