¿Hay luz al final del túnel?: la lectura de los economistas tras los anuncios de Caputo

Los economistas Gisela Veritier y José Simonella describieron detalladamente el duro escenario que generan las recientes medidas de ajuste. También hablaron sobre las expectativas de una salida a la crisis, aunque sujetas a un complejo engranaje de variables económicas, con desempleo y más pobreza

Horas después de las medidas anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, los economistas analizan el duro impacto del ajuste y hablan sobre las expectativas que se generan tras conocerse el aumento del dólar oficial, la reducción de subsidios a la energía y el transporte, cambios en las retenciones y las importaciones, reducción a las transferencias discrecionales del Estado Nacional a las provincias, entre otras.

Los economistas Gisela Veritier, directora del ICDA, la Escuela de Negocios de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), y José Simonella ex presidente del Consejo de Profesionales en Ciencias Económicas (CPCE), trazaron un panorama para Comercio y Justicia.

“Desde el punto de vista económico se viene un parate, un freno de mano muy fuerte, a la espera de cómo se acomode el sector privado para poder encarar este fuerte achique del gasto público como motorizador de la economía”, advierte Veritier.

“Esa fuerte reducción del gasto público -agrega- va a terminar impactando en la economía en general con el corte de la obra pública, las transferencias discrecionales a las provincias cortadas también, todo eso va a tener un impacto no solo a nivel macro sino también de las economías regionales. Hay que recordar que en varias provincias esas transferencias discrecionales son necesarias hasta para pagar sueldos”.

En tanto, para Simonella, los anuncios del ministro de Economía “son medidas parciales; todavía faltan medidas más profundas que vayan a los problemas estructurales: reformas tributarias, reformas laborales, reformas del sector público -por ahora bajan la cantidad de ministerios, de secretarías, pero eso no alcanza-”.

Explica que todos esos recortes eran esperables. “Hacen falta más ajustes que creo que están diseñando y negociando tanto con la justicia como con los distintos actores políticos. Ahora también falta la pata monetaria, el ministro no profundizó ninguna de las medidas que planteó, pero tampoco planteó los desafíos monetarios fundamentalmente vinculados con los pasivos del Banco Central”.

Shock inflacionario

En cuanto a las políticas devaluatorias, para la titular del ICDA, la devaluación del 100% con la inflación elevada se va a trasladar en un “fuerte shock inflacionario”. Destacó que incluso el mismo Gobierno está vaticinando entre 20% y 40% de inflación mensual.

“Esta inflación no sólo se va a ver afectada por precios sino también por la quita de los subsidios que van a impactar en la cadena de valor de los distintos sectores productivos. Y va a ser el segundo doble impacto que se tenga sobre el poder adquisitivo. Vamos a ver un impacto producto de la devaluación a precio y otro por la quita de los subsidios a precios también”, vaticinó.

Como consecuencia del parate económico, sintetiza: mayor crisis y recesión por el aumento del desempleo, junto con una pérdida del poder adquisitivo y un aumento de la inflación con lo cual va a haber un aumento de la pobreza. “Vamos a tener un combo de desempleo con pobreza en los próximos meses y el próximo año también”, afirma.

En tanto, el ex titular del CPCE, detalló que se viene una licuación de los ingresos fijos de la gente. “Las paritarias van a ser bastante intensas para tratar de recuperar parte de lo que la inflación le va a comer, pero si nosotros tenemos en cuenta de que la inflación va a estar dentro de 20% y 40% -como dice el Presidente- a los gremios les va a ser difícil conseguir los aumentos que las empresas puedan pagar para recuperar la inflación atrasada. Algunos gremios podrán pero no es la realidad de todos los sectores”, distinguió.

Presión tributaria

Simonella admitió sorpresa por una de las recientes medidas: “El ajuste no sólo incluye baja de gastos sino además un incremento de la presión tributaria; me refiero a los impuestos al comercio exterior tanto para los importadores que subió el impuesto país, como para los exportadores que no estaban alcanzados con retenciones”.

Asimismo agregó: “Esta cuestión de impuestos nuevos no lo tenía como posible en virtud de todo lo que había planteado Milei sobre su opinión de lo que implica impuesto que es robarle a la gente. Claramente, el teorema de Baglini cada vez toma más fuerza, es decir el pragmatismo y las necesidades de Milei hicieron que no solamente dejara de lado la dolarización sin dólares o la eliminación del Banco Central -que siempre las critiqué- sino que también es una novedad que haya pensado como parte de la reducción del déficit fiscal aumentar la presión tributaria”.

Expectativas al final del túnel

Tras describir el escenario que se viene con las medidas, los especialistas fueron consultados por la ansiada luz al final del túnel. Para Veritier, la economía siempre se recupera de las recesiones. El punto, para ella, es quiénes son los actores que quedan en pie para hacer esta recuperación, y por lo tanto, dependiendo de cuáles son esos actores, en qué tiempo la hacen.

“Cuando se termine de dar todo este ajuste doloroso al que ellos (el Gobierno) se refieren como verdad incómoda, y no una mentira agradable, se va a reposicionar la economía. Los tiempos van a ser en tanto y en cuanto los diferentes actores empiecen a confiar en que este sería el plan a seguir y que en definitiva se terminarían acomodando las variables. La realidad es que todo esto puede llevar más tiempo de lo que uno piensa”, concluyó.

Por su parte, Simonella se refirió a una ingeniería de variables a tener en cuenta. “Si estas medidas se implementan en tiempo y forma, y si se complementan con las medidas monetarias que son necesarias, obviamente que las expectativas son que la economía comience a solucionar su problema de déficit y de esa forma evite el financiamiento con emisión monetaria, disminuyendo las presiones inflacionarias”, explicó.

Para él, la gran incógnita está en saber si tendrá el acompañamiento y la paciencia social que se necesita. “Si se aplican las medidas, son las medidas adecuadas, hay que ver si la sociedad está dispuesta a soportar el esfuerzo, que no es un esfuerzo de una semana sino un esfuerzo de mediano plazo tal cual lo adelantó el Presidente”.