La inspiradora historia de un apasionado profesional

Emilio Benítez es uno de los primeros médicos del país en realizar la cirugía endovascular. Y hace la convencional.

El prestigioso médico especialista en neurocirugía convencional y endovascular, Emilio Benítez, sumó un nuevo día para la atención de pacientes jujeños. El profesional se desempeña en la Clínica Nuestra Señora de Fátima, sita en avenida Italia 116 de Palpalá, y todos los jueves comenzó a atender en los consultorios Brisa ubicados en General Paz 335 de esta capital.

Benítez es especialista en neurocirugía, la clásica de la apertura craneal y uno de los primeros médicos en el país en desarrollar la endovascular, que consiste en navegar con micro catéteres por las microscópicas arterias del cerebro y la médula. Generalmente ambas neurocirugías compiten entre sí y Benítez fue el segundo en el país en hacer ambas. El primero fue su maestro Carlos Gioino, en Córdoba.

Su contacto con el mundo de la medicina empezó a los 15 años, cuando su padre -Emilio Benítez y también neurocirujano- lo hizo entrar a mirar una cirugía. Y en ese momento pasó de observador a ayudante, tirando suero al campo quirúrgico de su padre. Ese instante está captado en una preciosa fotografía que atesora en su escritorio.

Allí supo que quería ser neurocirujano y no paró hasta conseguirlo. Estudiante ejemplar, se recibió a los 23 años recién cumplidos en la Universidad Católica de Córdoba. Pero dos años antes de hacerlo sin ser médico todavía, ya estaba incorporado al Servicio de Guido Gioino, uno de los más grandes neurocirujanos del país, junto a su hijo recién llegado de Francia que traía la técnica endovascular.

Cuando descubrió esta técnica, muy nueva en el mundo, tempranamente también supo que quería hacer ambas. Y así ganó una beca internacional de la Sociedad Iberolatinoamericana de Neurorradiología Intervencionista (Silan), para terminar de formarse en Barcelona, en el Servicio de Leopoldo Guimaraens, junto a los reconocidos mundialmente Alfredo Casasco, Jack Theron y Jack Chiras. En aquel período, además ganó un premio internacional por un trabajo de investigación sobre aneurismas cerebrales, algo único siendo que todavía estaba en formación.

Teniendo la oportunidad de quedarse allá, porque tampoco había en Europa médicos que complementarán las dos neurocirugías, decidió volver al país, donde desde 2006 ha creado los departamentos de Neurocirugía Endovascular en los hospitales públicos de Salta llevando al norte argentino dicha técnica. De hecho, cuenta con orgullo, que desde que se incorporó al Hospital Materno Infantil de Salta nunca más se derivó un niño al Garraham para tratar problemas vasculares cerebrales.

Benítez creó una institución para generar conciencia acerca del ACV. Se trata de la Fundación Lucens que cada 29 de octubre, Día Mundial del ACV, ilumina los monumentos históricos de Salta. Esta entidad llevó a la vecina provincia las primeras tecnologías para aspirar coágulos de las arterias del cerebro, creando en aquella oportunidad un 0800-ACV-cero, gratuito para la emergencia de los accidentes cerebro vasculares.

En 2009 Benítez ganó otra beca internacional por antecedentes, que lo llevaría a Japón y desde entonces ha sido pionero en estas cirugías concurriendo a distintos servicios en otro países para estar a la vanguardia de los últimos avances.

Actualmente desarrolla su labor en Jujuy y Salta.